Inaugurando

Abrió las puertas del establecimiento con mucho cuidado. Los picaportes de cristal estaban intactos, pero Nina tenía miedo de que estos se desintegraran entre sus finos dedos. La puerta se deslizó pesadamente hacia el interior, una oleada de vapor, intensamente dulce, acarició los cabellos sueltos de la joven. Empezaba una nueva aventura, un proyecto que tomaría tiempo. Tiempo y muchos rituales, que Nina había aprendido durante su niñez. Este sería su templo.

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